Muy relacionado con el tema de los esguinces tenemos también las luxaciones. Una luxación es la separación de dos huesos en el lugar donde se juntan, es decir, en la articulación. Por tanto, si en una articulación dos huesos ya no están en su posición normal decimos que está luxada. Si la luxación no es completa recibe el nombre de subluxación. Son más dolorosas que los esguinces y la persona será incapaz de mover la extremidad y además será visible una gran deformidad en forma de bulto. La articulación estará entumecida y el paciente referirá un hormigueo y amoratamiento. Normalmente se producen por un impacto súbito en la articulación a causa de un golpe o caída.
Aunque en personas jóvenes no suelen dar complicaciones graves, son especialmente molestas y peligrosas en personas ancianas. La educación sanitaria forma parte de la labor enfermera y se debe prestar especial atención a este aspecto ya que muchas veces las luxaciones son fácilmente prevenibles, por ejemplo colocando puertas en las escaleras y manteniendo las ventanas cerradas y aseguradas. Es importante evitar subirse a sillas u objetos inestables, retirar las alfombras pequeñas que puedan resbalar, usar barandillas en las escaleras, esteras antideslizantes en los suelos de las bañeras, evitar los aceites de baño y usar siempre equipo de protección cuando se participe en deportes de contacto (rodilleras, muñequeras, casco etc.). En el caso de los niños se deben mantener bajo vigilancia constantemente y enseñarse a mantenerse a salvo ellos mismos.
La luxación más frecuente es la luxación de hombro. En el siguiente vídeo, el doctor Ricardo de Casas, de la clínica Traumacor de A Coruña nos informa sobre esta lesión:
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