Las
fracturas de hueso tienen tres opciones de tratamiento. A continuación, se
procede a la explicación de cada una de ellas.
1.
Inmovilización de la fractura con férula. Para ello, pinche en el siguiente
enlace y observará el procedimiento:
2. Reducción
abierta y fijación interna. Consiste en una operación quirúrgica a través de
varillas de metal, tornillos o placas. De esta forma los mantiene fijos y es
más fácil su reparación, se coloca debajo de la piel. Solo se realiza en
fracturas graves y complicadas que no se pueden resolver con una férula.
En este
enlace observará esta técnica en una fractura de fémur:
3. Reducción
abierta y fijación externa. Consiste en una cirugía en la que se aplica en la
fractura un aparato de fijación. Este se coloca de forma externa al miembro
fracturado. En este caso sostiene el hueso para mantenerlo en una postura
correcta hasta su consolidación.
En el enlace
siguiente, se valora la colocación de este dispositivo en una fractura de
pelvis:
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