viernes, 30 de noviembre de 2018

TRATAMIENTO PARA LA OSTEOPOROSIS


Para enfrentar la osteoporosis se deben seguir una serie de consejos que serán aportados por los profesionales de la Enfermería.
En primer lugar, el paciente afectado debe cambiar su estilo de vida por uno más saludable en la cuál realizará ejercicio físico. También empezará a consumir suplementos alimenticios como calcio y vitamina D.
El consumo de fármacos sólo será apto en dos casos: tras un estudio de densidad ósea o después de una fractura. Los medicamentos que se toman son bifosfonatos principalmente, pero también se consumen estrógenos o teriparatida.

Después debe realizar actividad física para la prevención de la densidad ósea. Se recomienda, una serie de actividades como deporte con soporte de peso (caminar), pesas de forma libre o ejercicio como tai chi y yoga.

Pero también se aconseja abandonar algunos hábitos como el tabáquico, el consumo de alcohol y luchar contra las caídas.

En el siguiente enlace encontrará más información: http://blogyulycitamateus.weebly.com/osteoporosis.html

OSTEOPOROSIS: DEFINICIÓN Y CAUSAS

La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea. Los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor facilidad. En el interior del hueso se producen durante toda la vida numerosos cambios metabólicos, alternando fases de destrucción y formación de hueso. Estas fases están reguladas por distintas hormonas, la actividad física, la dieta, los hábitos tóxicos y la vitamina D, entre otros factores. En condiciones normales, una persona alcanza a los 30-35 años una cantidad máxima de masa ósea (“pico de masa ósea”). A partir de ese momento, existe una pérdida natural de masa ósea. Las mujeres tienen más frecuentemente osteoporosis por varios motivos: su pico de masa ósea suele ser inferior al del varón y con la menopausia se acelera la pérdida de hueso (osteoporosis posmenopáusica).


Existen muchas otras causas de osteoporosis: alcoholismo, fármacos (glucocorticoides, tratamiento hormonal utilizado para el tratamiento de cáncer de mama y de próstata…), enfermedades inflamatorias reumáticas, endocrinas, hepáticas, insuficiencia renal, entre otras. Sin embargo, la enfermedad no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Las más frecuentes son las vertebrales, las de cadera y las de muñeca. Destaca especialmente la fractura de cadera debido a que requiere intervención quirúrgica, ingreso hospitalario y supone para el paciente una pérdida de calidad de vida aunque sea por un periodo corto de tiempo.

La osteoporosis afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, aunque también puede hacerlo antes o afectar a hombres, adolescentes e incluso niños. En concreto, en España, aproximadamente 2 millones de mujeres padecen osteoporosis, con una prevalencia en la población postmenopáusica del 25% (1 de cada 4). Se estima que esta enfermedad es la causante de unas 25.000 fracturas cada año. Aproximadamente 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida.

jueves, 29 de noviembre de 2018

ARTROSIS: DEFINICIÓN Y CAUSAS

La artrosis es una patología reumática que lesiona el cartílago articular, produciendo dolor, rigidez e incapacidad funcional. Normalmente la artrosis se localiza en la columna cervical y lumbar, y algunas articulaciones de hombro y de los dedos de las manos, cadera, rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie. Es importante diferenciarla de la artritis. Las dos son enfermedades reumáticas que cursan con dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones, pero en la artrosis el desgaste es la causa, mientras que en la artritis lo es la inflamación. Por ello mismo el dolor en los pacientes que sufren artrosis es de tipo mecánico, es decir, se desencadena con los movimientos y mejora con el reposo.

Esta enfermedad reumática no es hereditaria, aunque sí existe un componente de riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en los sujetos que presentan una historia familiar. Además existen factores de riesgo como la obesidad, la falta de ejercicio físico o las alteraciones en la postura que influyen en el desarrollo de la enfermedad y modificarlos está al alcance del propio paciente tanto para prevenir o retrasar los síntomas como para favorecer al tratamiento. Afecta especialmente a mujeres mayores de 55 años, en parte debido a la menopausia, pues está demostrado que la disminución de los niveles de estrógenos que se producen en esta fase es un factor de riesgo para su desarrollo. También los traumatismos en lar articulaciones son factores de riesgo para el desarrollo de esta patología en años posteriores. La artrosis es una enfermedad extremadamente frecuente entre la población de mayor edad. En España afecta a un 10% de la población general.

El síntoma que más preocupa a las personas con artrosis es el dolor y es uno de los puntos que el personal de enfermero debe tratar. Al principio este se desencadena cuando se mueve o se realiza un esfuerzo con la articulación y suele cesar con el reposo. Posteriormente, el agravamiento de la artrosis hará que el dolor aparezca tanto con el movimiento, como con el reposo. Uno de los puntos buenos del dolor artrósico es que no siempre es constante, por lo que los pacientes pueden estar durante largos periodos de tiempo sin padecer dolor, lo cual no significa que la artrosis no siga su evolución.

TRATAMIENTO PARA LA ARTROSIS


La enfermera aportará la información que necesite el paciente para mantener una vida de lo más saludable. Aportará información sobre unas actividades que este debe realizar, entre ellas están:
·       Actividades en grupo, en las que se les aportará educación sobre la salud.
·       Se realiza un plan de cuidados enfocada a paliar los síntomas que el enfermo sufre.
·       La Educación aportada de forma individual irá enfocada en :
o   Higiene: aportar ideas para que el paciente sea lo más autónomo posible.
o   Vestimenta: ropa cómoda y que al paciente le sea fácil de colocar.
o   Información sobre la medicación que puede tomar para el dolor.
o   El enfermo tiene que tener toda la información necesaria para entender que enfermedad padece.
Debido a que los tratamientos son diversos ya que la enfermedad es complicada, si desea ampliar la información acuda a los siguientes enlaces:

miércoles, 28 de noviembre de 2018

LA ARTRITIS

La artritis es la inflamación de una articulación o más. Sus principales síntomas son el dolor y la rigidez de las articulaciones. Los dos tipos más frecuentes son la osteoartritis y la artritis reumatoidea (AR). La primera se presenta en personas ancianas o luego de un trauma, y está causada en parte por la degeneración de las articulaciones. La AR sin embargo es una enfermedad autoinmune que ocurre en los adultos jóvenes debido a que el propio sistema inmunológico del organismo ataca el recubrimiento de las articulaciones. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación de los síntomas y análisis de sangre para evaluar la presencia de inflamación en las articulaciones afectadas. En este tipo de artritis, la inflamación del revestimiento de la articulación se desarrolla primero, y con el tiempo daña las partes componentes de la articulación. Otras causas relativamente comunes de la artritis incluyen trauma, alineación anormal de los miembros, infecciones, otras enfermedades autoinmunes distintas de la artritis reumatoidea y los depósitos anormales en las articulaciones, como en la gota.

La artritis es una enfermedad incurable y progresiva, por lo que un diagnóstico precoz es indispensable para el retraso del avance de la patología. Como todas las enfermedades autoinmunes, su evolución y pronóstico es prácticamente imposible de conocer. Sin embargo, sabemos que los pacientes con artritis sufren un importantes deterioro de su capacidad funcional. De hecho, actualmente es la enfermedad muscoloesquelética que más incapacidad funcional genera. Si la dolencia sigue su evolución natural sin que se aplique tratamiento, a los 10 años del inicio alrededor del 50% de los afectados no están en condiciones de mantener un trabajo a tiempo completo. Y en las fases más avanzadas de la enfermedad, si no se instaura el debido tratamiento, alrededor del 10% tienen dificultades para llevar a cabo actividades cotidianas como lavarse, vestirse y comer.

Por todo ello, estos pacientes requerirán atenciones enfermeras la mayor parte de su vida, tanto para la administración del tratamiento farmacológico, como para el control de los síntomas y la educación sanitaria acerca de una patología que les acompañará de por vida.

TRATAMIENTO PARA LA ARTRITIS


La Enfermería tiene un papel importante en el tratamiento para la artritis, ya que actúa como intermediaria entre el paciente y el médico especialista.
La actividad llevada a cabo por los profesionales de la Enfermería se diferencia entre los beneficios para el paciente y los beneficios para el profesional de la medicina.
En primer lugar, cabe destacar la importancia de la educación sobre el enfermo. En ella se informa sobre las actividades que debe realizar para lograr una mejoría sobre su patología y los síntomas que ella tiene. Existen cuatro niveles asociados a la educación: nivel individual, grupal, comunitario y la información que se aporta en las distintas asociaciones.

Los beneficios sobre el paciente son:
·       Facilitar el conocimiento sobre los signos y síntomas de la enfermedad.
·       Ayudar a afrontar los problemas que puedan surgir a causa de la artritis.
·       La atención es más accesible y continua.
·       Ayudar a conocer los medicamentos más adecuados.

En cuanto a los beneficios sobre el especialista, son:
·       Ofrece mayor apoyo al paciente mediante revisiones continuas, en las que se realizan analíticas, se evalúa el estado del paciente y se ofrece una solución a las dudas de este.
·       Se recogen los datos obtenidos en la evaluación anterior.
·       Se realizan cuestionarios.
·       Los síntomas están controlados de forma periódica.

Si está interesado en ampliar la información presione sobre el siguiente enlace: