miércoles, 28 de noviembre de 2018

LA ARTRITIS

La artritis es la inflamación de una articulación o más. Sus principales síntomas son el dolor y la rigidez de las articulaciones. Los dos tipos más frecuentes son la osteoartritis y la artritis reumatoidea (AR). La primera se presenta en personas ancianas o luego de un trauma, y está causada en parte por la degeneración de las articulaciones. La AR sin embargo es una enfermedad autoinmune que ocurre en los adultos jóvenes debido a que el propio sistema inmunológico del organismo ataca el recubrimiento de las articulaciones. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación de los síntomas y análisis de sangre para evaluar la presencia de inflamación en las articulaciones afectadas. En este tipo de artritis, la inflamación del revestimiento de la articulación se desarrolla primero, y con el tiempo daña las partes componentes de la articulación. Otras causas relativamente comunes de la artritis incluyen trauma, alineación anormal de los miembros, infecciones, otras enfermedades autoinmunes distintas de la artritis reumatoidea y los depósitos anormales en las articulaciones, como en la gota.

La artritis es una enfermedad incurable y progresiva, por lo que un diagnóstico precoz es indispensable para el retraso del avance de la patología. Como todas las enfermedades autoinmunes, su evolución y pronóstico es prácticamente imposible de conocer. Sin embargo, sabemos que los pacientes con artritis sufren un importantes deterioro de su capacidad funcional. De hecho, actualmente es la enfermedad muscoloesquelética que más incapacidad funcional genera. Si la dolencia sigue su evolución natural sin que se aplique tratamiento, a los 10 años del inicio alrededor del 50% de los afectados no están en condiciones de mantener un trabajo a tiempo completo. Y en las fases más avanzadas de la enfermedad, si no se instaura el debido tratamiento, alrededor del 10% tienen dificultades para llevar a cabo actividades cotidianas como lavarse, vestirse y comer.

Por todo ello, estos pacientes requerirán atenciones enfermeras la mayor parte de su vida, tanto para la administración del tratamiento farmacológico, como para el control de los síntomas y la educación sanitaria acerca de una patología que les acompañará de por vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario