Las neuropatías por atrapamiento o compresión son aquellas lesiones en donde el nervio periférico es comprimido externamente a su paso por el hueso, alrededor de los músculos largos y a través de las estructuras de tejido fibroso. El aprisionamiento puede ser causado por una compresión extrínseca del cuerpo (por ejemplo debido a la utilización de ropa demasiado apretada o una posición inadecuada al dormir), la aplicación de torniquetes o la hipertrofia muscular debido al ejercicio. Es más fácil que estos trastornos se produzcan cuando tenemos alteraciones previas como insuficiencia renal o acromegalia, entre otras. La persona que sufre una neuropatía refiere parálisis en la extremidad afectada, dolor anestesia, hiperpatía… cualquier tipo de alteración sensitiva puede encontrarse. Muchas veces se producen calambres.
La neuropatía más frecuente a la que se va a tener que enfrentar el personal enfermero (prevalencia 1-5% de la población) es la compresión del Nervio Mediano (NM) a su paso por debajo del ligamento anular transverso del carpo. Su etiología, aunque puede tener causa conocida como traumatismos o ejercicios repetidos en el antebrazo y muñeca, es desconocida en muchas ocasiones. Se suele deber a movimientos extremos de hiperflexión e hiperextensión y se ha relacionado con el embarazo, sedentarismo y determinadas enfermedades sistémicas. Suele aparecer en ciertas profesiones como pulidores, cortadores, montadores, trabajadores de la industria téxtil, carpinteros, cocineros, camareros etc., por lo que está considerada en muchas ocasiones como enfermedad profesional y es motivo de intervención quirúrgica en gran parte de los casos.
Los pacientes suelen referir dolor continuo (quemazón, escozor), dolor paroxístico (parecido a descargas), parestesia (hormigueo), alodinia (dolor debido a un estímulo que normalmente no es doloroso), hiperalgesia (aumento de la respuesta a un estímulo que normalmente produce dolor, es decir, menor umbral del dolor) etc. El dolor afecta a la muñeca y segundo y tercer dedo de la mano, irradiándose a veces al antebrazo o codo. En fases tardías aparece también pérdida de fuerza. La mano aparece inflamada, caliente.
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