lunes, 17 de diciembre de 2018

FISIOTERAPIA TRAUMATOLÓGICA: FRACTURAS

La fisioterapia traumatológica es la parte de la fisioterapia que se dedica a tratar patologías traumatológicas, siendo las más frecuentes las fracturas. Pero el fisioterapeuta no trata la fractura en sí, sino la afectación muscular y ligamentosa la rigidez secundaria a la inmovilización etc. Es decir, trata que la recuperación de la fractura sea posible en el menor tiempo posible. El tratamiento local de las fracturas se basa en la reducción, la inmovilización y posteriormente la recuperación. La reducción e inmovilización puede hacerse mediante tratamiento quirúrgico (material de osteosíntesis) o conservador (inmovilización con yeso, por ejemplo). Cada fractura presenta su propio tratamiento fisiológico personalizado, y por tanto se debe tener muy claro de qué tipo de lesión estamos hablando antes de poner en marcha cualquier tipo de tratamiento.

Los objetivos básicos del tratamiento de fisioterapia serían favorecer la consolidación, tratar la afectación de las partes blandas, disminuir los efectos de la inmovilización y evitar y prevenir las complicaciones. Ya que tras una fractura suele aparecer hemorragia y edema, el fisioterapeuta deberá estimular al paciente a mover la extremidad afectada, pero únicamente las articulaciones adyacentes al foco de fractura (durante el período de inmovilización), con elevación de la extremidad y drenaje circulatorio. Otra complicación frecuente es la afectación muscular, ya que la impotencia funcional propia de la fractura, junto con la inmovilización, darán atrofia muscular de mayor o menor grado. Por ello, en el período de inmovilización, hay que potenciar la musculatura afectada y hacer ejercicios activos del resto de la extremidad y de las otras partes del cuerpo.

Para tratar los efectos de la inmovilización, mientras esta esté presente, se deberá disminuir el impacto movilizando las articulaciones adyacentes, con la aplicación de electroestimulación, ejercicios isométricos de la musculatura afectada, irradiados y facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP).

En el siguiente vídeo un fisioterapeuta nos explica distintos métodos de rehabilitación para fracturas del pie.


FISIOTERAPIA TRAUMATOLÓGICA. DEAMBULACIÓN. ADAPTACIÓN A LA PRÓTESIS


Antes de proceder a la amputación de un miembro se planean los objetivos a conseguir y el afectado debe acudir a terapia psicológico para estar preparado.

En cuanto a la fisioterapia, tanto antes como después de la operación se educa al paciente sobre las técnicas a realizar. Debe estar informado sobre lo que va a suceder y los pasos que tiene que seguir para encontrarse en una situación lo más calmada posible.

Tras la intervención, se debe esperar a la cura total de la herida antes de colocar la prótesis.


A continuación, le proporciono una serie de enlaces en los que podrá ver el protocolo en la fisioterapia traumatológica.

Para el cuidado del muñón, en el siguiente enlace tiene un vídeo para ver la técnica empleada: https://youtu.be/RDG98Gs9L28

En cuanto a la fisioterapia de los miembros amputados tiene este enlace donde verá un vídeo explicativo: https://youtu.be/oXC8erAl7nM

En el siguiente enlace puede valorar como se instala una pierna ortopédica: https://youtu.be/l9HdEHPxer0

domingo, 16 de diciembre de 2018

FÉRULAS

Las férulas son dispositivos hinchables de nylon o plástico, utilizados para la inmovilización de extremidades. La extremidad lesionada se colocaría en su interior y la permanecería inmovilizada mediante la entrada de aire. Constan de una válvula para controlar la entrada y salida de aire en su interior. Están formadas por varias cámaras que permiten una mejor adaptabilidad al miembro afectado y son permeables a los rayos X. Se usan para inmovilización temporal ante sospecha de fracturas durante traslado del paciente y hasta inmovilización y diagnóstico definitivos. Para su colocación se requiere colaboración de al menos dos profesionales.

En primer lugar se debe elegir la férula neumática de forma y tamaño adecuada, teniendo en cuenta el miembro lesionado (superior o inferior) y la zona anatómica del mismo. Luego se retiran las ropas y adornos y se comprueba el pulso periférico antes y después de inflar la férula. Se introduce la férula desinflada con la cremallera abierta. Un profesional sujetará la mano o el pie de la extremidad a inmovilizar, haciendo una leve tracción proximal y distal a la lesión, mientras un segundo introduce la férula traccionando de su extremo proximal. Una vez colocada se cerrará la cremallera y nos aseguraremos que la férula está en la posición adecuada y sin arrugas.

Tras esto se abrirá la válvula especial para entrada de aire y se inflará mediante una bomba de aire que generalmente es una bombona de oxígeno conectada a una alargadera. El inflado se realizará manteniendo la tracción aplicada sobre el miembro y controlando el pulso distal (pedio, radial) y la sensibilidad. Cuando se alcance el nivel de aire adecuado para la inmovilización se cierra la válvula de seguridad impidiendo la salida del aire. Entenderemos que la férula está bien inflada cuando al presionarla con un dedo se forme una pequeña depresión en el plástico. En caso de fracturas abiertas se recomienda el uso de férulas neumáticas trasparentes, que permiten el control visual de la herida, para vigilar su evolución.

ORTOPEDIA. PRÓTESIS Y CUIDADOS DE UNA FRACTURA DE TOBILLO


En esta entrada os voy a explicar dos temas unidos, por un lado os informaré sobre el procedimiento en una intervención de prótesis de tobillo. Por otro lado, os daré información sobre los cuidados en caso de una fractura de tobillo.

PRÓTESIS DE TOBILLO
La realización de esta intervención está indicada para pacientes que padezcan un desgaste articular en la zona superior de la articulación.

Esta operación tiene diferentes objetivos, entre ellos se encuentran:
·       Alivio de dolor ya que son dolores frecuentes y muy fuertes.
·       Normalizar la deambulación.
·       Mejora de la movilidad.
·       Lograr un paso normal tras la intervención.

La intervención necesita un ingreso medio de 5 días y rehabilitación durante 4 semanas. La incapacidad para realizar las actividades diarias se pospone durante 6 semanas.

CUIDADOS DE UNA FRACTURA DE TOBILLO
Tras un accidente o torcedura que cause la fractura, en el mismo lugar se procede a colocar el pie en su lugar para evitar daños mayores.
Tras la revisión médica, se inmoviliza la zona con una férula. Esto ocurre en las fracturas que no necesitan intervención quirúrgica.
Se mantiene el tobillo en reposo hasta la próxima revisión o hasta que le indiquen el apoyo del miembro.
En caso de que la intervención sea necesaria, se procede a realizar una cirugía. Ocurre ante desplazamientos óseos o ante una lesión de sindesmosis.

La información expuesta ha sido extraída de los siguientes enlaces:

sábado, 15 de diciembre de 2018

FRACTURA DE MUÑECA

La muñeca está formada por ocho huesitos que se conectan con los dos huesos largos del antebrazo llamados radio y cúbito. Aunque la muñeca se puede romper en cualquiera de estos 10 huesos, el hueso que se rompe más comúnmente es, con mucho, el radio. Esto se conoce entre los cirujanos de la mano con el nombre de “fractura distal del radio”.

Las fracturas de muñeca pueden ser estables o inestables. Las fracturas “no desplazadas” (aquellas en las que los huesos no se salen de su lugar inicialmente) pueden ser estables, al igual que algunas fracturas “desplazadas” (que es necesario volver a colocar en su lugar, lo cual se conoce con el nombre de “reducción”) En el caso de las fracturas inestables, incluso si los huesos se vuelven a poner en su sitio y se coloca un yeso, los fragmentos de huesos tienden a moverse o cambiarse a una mala posición antes de consolidarse bien, provocando que la muñeca se vea torcida.

No todas las fracturas revisten la misma gravedad. Las fracturas que separan la superficie lisa de la articulación o y las que se producen en muchos fragmentos (las fracturas conminutas) pueden desestabilizar el hueso, son consideradas graves y frecuentemente requieren cirugía para restaurar y mantener su alineación.

Las fracturas de muñeca suelen producirse tras una caída sobre la mano extendida. Los huesos débiles (por ejemplo, de pacientes con osteoporosis) tienden a romperse con más facilidad. Cuando la muñeca el paciente refiere dolor e inflamación. Es difícil mover o usar la mano y la muñeca, aunque algunas personas pueden hacerlo igualmente. Muchas veces la muñeca se ve deformada y en ocasiones se siente hormigueo o adormecimiento en los dedos.

CUIDADOS PACIENTE TRAUMATOLÓGICO EN SHOCK




En caso de shock traumático se valoran dos situaciones: primera actuación enfermera y los cuidados antes una hemorragia.

 PRIMEROS CUIDADOS

 
En caso de un paciente en shock la actuación es urgente, ya que es una situación de urgencia.
Se conoce un protocolo llamado “ABCDE” en el cuál tiene prioridad la vía aérea y control de las cervicales.
Como se observa en la imagen, en primer lugar se comprueba la vía aérea y se maneja con cuidado la zona cervical.
A continuación, se observa si la víctima respira mediante la inspección del tórax y expulsión de aire a través de la boca.
En la fase C se valoran otros puntos importantes como el pulso o color de la piel, donde se intenta observar la presencia de síntomas de hemorragias.
En la fase D, se realiza la escala de Glasgow en la que se analiza si el paciente se encuentra COC (consciente-observador-colaborador).
Por último, la fase E es en la que se valora la zona afectada en el accidente y se procede a cubrir a la víctima para evitar hipotermia.





En caso de que las zonas afectadas necesitan inmovilización se debe proceder con cuidado. El tema sobre este punto lo puede encontrar en entradas previas.

TRATAR HEMORRAGIAS
En primer lugar debe tranquilizar a la víctima ya que con frecuencia se encuentra en una situación de ansiedad.
Las medidas higiénicas deben ser estrictas para no causar una posterior infección. Se aplican apósitos de tela ya que son los más asépticos y se cubre toda la zona afectada.
El miembro afectado se colocará en una posición más elevada para disminuir la hemorragia.
Tras colocar el apósito proporcione presión en la herida. A continuación la enfermera procede a colocar un vendaje que proporcione presión en la zona y así se logre frenar la pérdida de sangre.

Si desea conocer más acerca de este tema, pinche en este enlace: http://enfermeriablog.com/hemorragias/